domingo, 3 de febrero de 2008

Marco Antonio Cruz

Salta la liebre, exposición en Casa del Lago
Mirada artística en situaciones extremas

Participan Enrique Metinides, Antonio Caballero, Marco Antonio Cruz y otros.

Generalmente hasta que nos encontramos en situaciones extremas nos damos cuenta de la fragilidad de la existencia. Esta es una de las lecturas que pueden hacerse al asistir a la exposición Salta la liebre en Casa del Lago, donde fotografías, dibujos y pinturas que tienen que ver con el accidente y la vulnerabilidad sacuden la conciencia del espectador.

En la colectiva de dibujo, fotografía y pintura participan Anette Kuhn, Omar Rodríguez-Graham, Óscar Cueto, Antonio Caballero, Marco A. Cruz y Enrique Metinides. Los autores coinciden en el tratamiento del tema de la fragilidad, pero desde ópticas muy particulares y distintas intencionalidades, afirma en entrevista Itzel Vargas responsable del área de artes plásticas de Casa del Lago.

La curadora explica que Antonio Caballero (1940) fue fotógrafo en publicaciones de nota roja, pero luego se dedicó a trabajar en fotonovelas, “por lo que las obras que aquí se exponen provienen totalmente de la ficción.

Óscar Cueto participa con dibujos de una serie denominada Negra, inspirada en el cine negro, y Anette Kuhn realiza dibujos a partir de imágenes publicadas en periódicos movida por el interés en el binomio orden-caos”.

De Enrique Metinides se muestran fotografías de accidentes automovilísticos, en impresiones de época y no las de formato contemporáneo, que son las que más se conocen. Marco Antonio Cruz participa con fotografías del terremoto de 1985, así como la de un detenido en la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal.

Aparte de coincidir en su temática, los artistas han estado cerca de los medios masivos de comunicación. Por ejemplo, Omar Rodríguez-Graham toma como referentes para su pintura las fotografías publicadas en la revista Alarma!, comenta la curadora. “No le interesa hacer una descripción literal de la fotografía que aparece en la revista sino una traducción pictórica que tiene que ver con una búsqueda estética”.

Las obras se caracterizan por una circunstancia muy real e inmediata que nos es común a los seres humanos, asegura Iztel. “Esto nos da la oportunidad de reflexionar sobre la vida como una situación frágil, pero no desde un sentido negro, sino como una situación real que forma parte de nuestra naturaleza. Siempre estamos buscando tener el orden y el control, para ellos hay dietas, religiones, miles de métodos y estrategias. Sin embargo, estas obras tienen que ver con la pérdida del control, con esa circunstancia donde ya las cosas no dependen de nosotros”.

La curadora insiste en el espíritu reflexivo de las obras y no en la intención de provocar un shock. “Tenemos tanta cercanía con la situación de violencia que creo que somos un poco inmunes a ello. Esta exposición va más por el lado de reflexionar sobre la conciencia de la vida, más que del espanto de una circunstancia negra. Por otro lado, nos interesa establecer un diálogo entre diferentes generaciones de artistas porque muchas veces en México.

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